alejandro fernandez

alex ubago

jueves, 10 de diciembre de 2009

piñata

ESTA ES LA PIÑATA QUE HICIMOS
OSCAR Y YO, NOS QUEDO PADRE...

esta es la piñata que oscar y yo hicimos,
nos quedo padre...


Music

miércoles, 2 de diciembre de 2009

lunes, 30 de noviembre de 2009

informacion de primera mano

La informacion de primera mano se refiere a informacion veridica, con hechos y fundamentos que lo respalden. La información es un fenómeno que proporciona significado o sentido a las cosas. En sentido general, la información es un conjunto organizado de datos procesados, que constituyen un mensaje sobre un determinado ente o fenómeno.
  • Significado (semántica)
  • Importancia (relativa al receptor)
  • Vigencia (en la dimensión espacio-tiempo)
  • Validez (relativa al emisor)
  • Valor (activo intangible volatil)
  • Polimorfismo

lunes, 23 de noviembre de 2009

PIÑATAS MEXICANAS


Las piñatas constituyen un elemento central de los cumpleaños y otros eventos festivos de celebración. Los niños tratan de romperlas para disfrutar el botín de caramelos y otros regalos que llevan oculto en su interior.

PIÑATA.jpg
La costumbre de romper la piñata, quizá, surgió en España, pero en ninguna de las naciones europeas se adornaban las ollas, que eran simplemente eso. Con la Conquista llegó a México y se naturalizó, pues fue aquí donde se le doto de formas y se le dio color.
En Estados Unidos, Canadá y en otros países de América y Europa se le conoce como la piñata mexicana, sobre todo después de que se convirtió en un elemento indispensable en la celebración de cumpleaños de niños.

Los artesanos mexicanos convirtieron las tradicionales piñatas, en forma de estrella, frutas o negritas, en un muestrario de imaginación, que incluye todo tipo de personajes, e incluso pasaron a elaborarlas solamente con papel, afirma la conocedora.

Pero, para las Posadas la tradición manda que se compre una olla de barro, se le unte una capa de engrudo (harina de trigo cocida) y se le peguen pedazos de papel periódico, después la imaginación y la destreza mandan, la forma depende de la habilidad de la persona.

En caso de una emergencia, se puede acudir a cualquier mercado público y comprar una hecha, las hay de todas formas y colores, como son las estrellas, flores, barcos, loros, pavo reales, patos, borregos, burros, toros, elefantes, pescados, frutas y vegetales, así como negritas y reyes, aeroplanos y payasos.

Las piñatas se quiebran tradicionalmente en las posadas, que comienzan el 16 de diciembre y terminan el 24, con el nacimiento del Niño Jesús.

Hay frutas especiales para rellenar la piñata: Tejocotes, naranjas, limas, tejocotes, jícamas, cañas y cacahuates. Una vez al borde, se amarra a un lazo y se balancea, mientras los especialistas en quebrar la piñata, con los ojos cubiertos con una mascada, tratan de atinar el palo para hacer realidad el coro: “yo no quiero oro ni quiero plata, yo lo que quiero es romper la piñata”.
alguna gente las piñatas tienen un significado moral, sobre todo a la hora de quebrarla y dice que por las dulces frutas que reparte representa al diablo, quien atrae al hombre con placeres superfluo.

Antiguamente a quien intentaba romperla se le vendaban los ojos, lo que de acuerdo con la experta, representaría que la fe que es ciega y se encarga de destruir al espíritu maligno, el palo encarna la virtud que vence la tentación para que al final la fe triunfe. Por otro lado, la piñata en forma de estrella con siete picos representa los siete pecados capitales: soberbia, lujuria, gula, ira, avaricia, pereza y envidia.

Lo cierto es que desde hace más de 450 años, generaciones de mexicanos han gozado de la piñata y esta tradición está lejos de perderse. En temporada navideña, además de formar parte importante en las posadas se ven como adornos en calles, hoteles, restaurantes y comercios. Durante todo el año se usa para amenizar fiestas infantiles.

La piñata es una tradición que a lo largo del tiempo se ha vuelto mexicana y se ha mantenido a través de los años así que para estas fechas no nos queda mas que decir:

Dale, dale, dale,

no pierdas el tino,
porque si lo pierdes,
pierdes el camino.

Ya le diste una,
ya le diste dos,
ya le diste tres

y tu tiempo se acabó.

miércoles, 14 de octubre de 2009

hIsToRiA dE aCaTlaN dE jUaReZ, cOcUlA, villA cOrOnA

Los primeros pobladores de la región de Actlan de Juarez eran integrantes de una tribu que se estableció en Cocula, los que al ser derrotados por los purépechas se avecindaron en el lugar en 1509. Ya que varias familias cocas del reino de Tonalá, cansadas de la hostilidad que se les prodigaba, abandonaron el reino encabezadas por el valiente guerrero Huehuetztlatzin. Un grupo enfiló a Mexquitán, ahora Colimilla, otro se asentó en San Martín de Hidalgo, y el grupo al mando de Huehuetztlatzin fundó su capital, que se llamó Cocollán, a legua y media de donde ahora se levanta Acatlán de Juárez. Esta fue destruida a principios del siglo XVI y por esto hacia 1509 intentaron establecerse cerca de Tlajomulco, pero los tlajomulcas, auxiliados por los tarascos, les dieron batalla y los hicieron retroceder a su antiguo sitio de Santa Ana Acatlán donde permanecieron hasta 1519. Ese año se remontaron a la cumbre de una montaña que corre de oriente a poniente a fin de fundar nuevamente el poblado de Cocula, allí permanecieron hasta la llegada de los españoles.Fueron bajados por los franciscanos al pie de la serranía para que refundarán su pueblo, mismo sitio que hoy ocupa. Aún existen ruinas de la antigua población y se le denomina Cocula Vieja o Coculan.
El cacicazgo de Cocula era independiente. Su cacique Citlali (significa estrella), tomó parte activa en la Guerra del Salitre en 1510. Gobernaba aún Citlali cuando se presentó Alonso de Ávalos en 1521 e hizo la conquista del cacicazgo, quedando incorporado a la Provincia de Ávalos.
En 1524 arribó don
Francisco Cortés de San Buenaventura, Alcalde Mayor de Colima, hizo un nuevo reconocimiento y empadronó al cacique y a los naturales de Cocula. Como en la época de los evangelizadores, Cocula se halla dividida en cuatro barrios que son San Juan, San Pedro, Santiago y La Ascención.
En febrero de 1541 el virrey
Antonio de Mendoza se encontraba en este lugar, según lo prueba la merced que hizo entonces a Francisco Pilo y Juan de Villarreal.A finales del siglo XVIII se estableció en este sitio el acaudalado minero Don Francisco Javier Vizcarra quien recibió la merced de la Corona Española de Marqués de Pánuco. El Marqués adquirió la Hacienda de la Sauceda que había pertenecido a los jesuitas hasta su expulsión. Actualmente, la Hacienda de la Sauceda es un museo en donde se exhiben algunos de los objetos personales de esta familia que también obsequió a la Iglesia Católica de la época el estofado de oro de la iglesia del Rosario en Sinaloa.
En 1825 tenía ayuntamiento y en 1833 se le concede el título de ciudad. En 1846 Cocula es cabecera de uno de los 28 departamentos del Estado; o sea, del 2° Departamento. Posteriormente, en 1885 se erige a Cocula en directoría política comprendiendo las poblaciones de:
Tecolotlán, Juchitlán y Tizapanito.
Mientras tanto en Acatlan en el año de 1550 se trazó el primer plano del municipio por mandato del virrey de la Nueva España, Antonio de Mendoza, para terminar con las dificultades que había con los habitantes de Zacoalco, Ahualulco y Ameca. En el primer tercio del siglo XVII los agustinos construyeron el templo que dedicaron a Santa Ana. Ya durante la Colonia, Santa Ana Acatlán fue encomienda que dependía directamente de la Corona, a la que entregaba como tributo 25 pesos de oro en polvo y 8,000 cacoas, teniendo únicamente 80 encomenderos.
Desde
1825 perteneció al 4º Cantón de Sayula. En 1858, Benito Juárez, en su peregrinar por estas tierras, se alojó en el mesón del poblado propiedad de Miguel Gómez. En su corta permanencia, estuvo por perder la vida a manos de los conservadores, salvándolo de morir el párroco del lugar, Melitón Vargas Gutiérrez. El 22 de marzo de 1906, por decreto 1158, cambia su denominación de Santa Ana Acatlán a Acaltán de Juárez, en virtud de la visita del "Patricio de la Reforma", y adquiere el título de Villa. No se conoce el decreto del 13 de marzo de 1837. Por decreto 8877 del 4 de octubre de 1972 se le otorga la categoría de ciudad.
La fundacion de Villa Corona se remonta al siglo XVI, cuando sus primeros fundadores, de origen náhuatl, se radicaron en el lugar denominado La Huerta, a 5 km al noreste del actual poblado. Su jefe se llamaba "Xopillín", durante la Guerra del Salitre se refugiaron en este sitio algunos grupos indígenas, que fueron bien recibidos. A cambio de la hospitalidad que les brindaron, les legaron sus adelantos, de los que aún hay vestigios.
La conquista de este lugar la llevó a cabo el conquistador español,
Alonso de Ávalos en 1523. En 1895 era comisaría política de la municipalidad de Cocula. En 1917 estuvo en el poblado Venustiano Carranza quien fue a inaugurar un tramo de ferrocarril. El 31 de mayo de 1918 se erigió en municipio, por decreto número 1899, siendo su primer presidente municipal Agapito Aguayo. Manuel M. Diéguez le dio el nombre actual de Villa Corona en el año de 1926, en honor a Ramón Corona y con motivo de la inauguración del ferrocarril a Chamela.

jueves, 8 de octubre de 2009

HiStOrIa De La U de G

El proceso de creación de la universidad fue lento y laborioso, llevando cerca de un siglo. El primero en solicitar la creación de una universidad en Guadalajara fue fray Felipe Galindo Chávez y Pineda, que solicitó al Rey Carlos II de España la elevación del Real Seminario Conciliar de San José al rango de Real Universidad, el 12 de julio de 1696.

El siguiente personaje en abogar por la causa de la Universidad fue el licenciado Matías Angel de la Mota Padilla, quien en el año de 1750 hizo que el ayuntamiento de la ciudad tomara el proyecto de universidad como una de sus prioridades.

Sin embargo fue sólo después de la expulsión de todos los integrantes de la Compañía de Jesús de los territorios españoles en 1767, que la necesidad de una universidad en la región de la Nueva Galicia se hizo apremiante. Debido a que tal compañía administraba los dos colegios más importantes de la ciudad: el Colegio de Santo Tomás y el de San Juan Bautista.

El 12 de diciembre de 1771 arriba a la ciudad quien se considera que es el principal responsable de la fundación de la Universidad: el clérigo fray Antonio Alcalde y Barriga, nuevo obispo de la diócesis de Nueva Galicia. Quien en 1775 responde a una cédula real del Rey Carlos III de España, en la cual le solicitaba comentario sobre la conveniencia de una universidad en la ciudad. La respuesta totalmente afirmativa, su involucración personal en el proyecto y su capacidad de involucrar a varios actores de la ciudad hacen que en el año de 1791, el Rey Carlos IV de España promulgue una cédula real declarando la fundación de la Universidad de Guadalajara.

Extracto de dicha cédula real:

..He resuelto a consulta del nominado mi Consejo de Indias, el quince marzo de este año (1791), se erija y establezca una Universidad en esa ciudad (Guadalajara de la Nueva Galicia), y que se la aplique solamente el edificio del Colegio de Santo Tomás, que fue de los regulares expulsos, y los capitales de sus obras pías claras y positivas, con la precisa obligación de cumplirlas, costeando la mutación del edificio que fuese necesaria, de los propios de esa ciudad... Yo, el Rey.
Antigua ubicación de la Universidad de Guadalajara

Esta cédula arribó a las autoridades de la Nueva Galicia el 26 de marzo de 1792, quienes procedieron a hacer un festejo en la ciudad y a realizar apresuradamente los trabajos de remozamiento del citado Colegio de Santo Tomás. Las instalaciones se inauguraron el 3 de noviembre de 1792. Siendo el primer rector el presbítero José María Gómez y Villaseñor. La planta de profesores fue seleccionada por medio de un concurso establecido por el propio rector, y dirigido exclusivamente a sacerdores de las órdenes franciscana, dominicos y mercedarios. Por orden del Rey, en el frontispicio del nuevo edificio se colocó la siguiente leyenda:

REGIA, GUADALAXARENSIS. SCHOLA SUB CAROLO IV ET ALOISIA, AUGUSTIS. MDCCXCII

Entre 1821 y 1861

Entre 1821 y 1924 la universidad sufrió numerosos cambios, incluyendo clausuras temporales, fracturas, refundaciones y cambios de denominación, provocadas en más de una ocasión por motivos políticos.

El 14 de junio de 1821, el rector Diego Aranda y Carpinteiro juró obediencia en nombre de la universidad al representante de los independentistas del Plan de Iguala, el general Pedro Celestino Negrete. Con este reconocimiento la universidad perdió el título de "Real y Literaria Universidad de Guadalajara" y pasó a convertirse en la Universidad Nacional de Guadalajara, abandonando el escudo otorgado por la monarquía española y tomando el de los independentistas.

A pesar de tal declaración de lealtad, la primera clausura temporal del establecimiento la decretó Prisciliano Sánchez, el primer gobernador del estado de Jalisco, en 1826, debido al turbulento estado de la economía y la política del país luego de la independencia.

La institución reabrió sus puertas en 1834.

Entre 1862 a 1925

Durante este período la enseñanza media y superior pasó al dominio directo del Gobierno del Estado, regulándola por medio de los siguientes organismos:

  • La Junta Directiva de Estudios del Estado, de 1868 a 1893
  • La Dirección de Instrucción Pública del Estado, de 1893 a 1903
  • El Consejo Superior de Instrucción Pública del Estado y la Dirección de Instrucción Pública del Estado, de 1903 a 1920
  • El Departamento de Educación Preparatoria y Profesional del Estado y la Dirección General de Educación y Beneficencia Públicas del Estado, de 1920 a 1925.

Entre 1925 a 1991

En el año de 1925 entra en vigor la Ley Orgánica del 25 de Septiembre de 1925. El gobernador José Guadalupe Zuno Hernández convocó en junio de 1925 a un grupo de profesores, intelectuales y profesionistas para perfilar el sentido y la organización de la nueva Universidad y de cada una de sus dependencias. De las reuniones, celebradas en Palacio de Gobierno por el presidente del estado, en aquel entonces Rodrigo Peralta.

De 1991 a la Fecha

A partir de las inquietudes que manifestaron varios intelectuales y artistas en las reuniones del Centro Bohemio, la conferencia sustentada por el ingeniero Juan Salvador Agraz Ramírez de Prado sobre el proyecto de fundar "La Universidad Nacional de Guadalajara" y las nuevas orientaciones emanadas de la Revolución mexicana de 1910, el gobernador de Jalisco, José Guadalupe Zuno Hernández, restauró por tercera ocasión la Universidad de Guadalajara en 1925, nombrando rector al profesor Enrique Díaz de León.

Participaron muy activamente en las juntas preparatorias a la restauración de la Universidad, además del ingeniero Agraz, del profesor Díaz de León y del gobernador Zuno (quien las convocó y las presidió), las profesoras Irene Robledo García y Catalina Vizcaíno, el arquitecto Agustín Basave del Castillo Negrete, los presbíteros Severo Díaz Galindo y José María Arreola Mendoza, el doctor Juan Campos Kunhardt, el abogado Ignacio Villalobos Jiménez y los profesores Adrián Puga Gómez y José Ignacio Calderón Bonilla.

El 7 de septiembre de 1925, el Congreso del Estado autorizó al gobernador Zuno para que expidiera la Ley Orgánica de la Universidad, promulgándola el 25 del mismo mes. Las dependencias universitarias serían: Escuela Preparatoria de Jalisco, Preparatoria para Señoritas, Facultad de Farmacia, Facultad de Ingeniería, Facultad de Medicina, Facultad de Jurisprudencia, Facultad de Comercio, Normal Mixta, el Observatorio Meteorológico del Estado y la Biblioteca Pública del Estado.

La ceremonia de inauguración de la Universidad se celebró el 12 de octubre en el Teatro Degollado, y fue presidida por el secretario de Educación Pública, José Manuel Puig Casauranc, y el gobernador Zuno; fueron universidades madrinas las de Salamanca, México, París y California, las cuales enviaron a sus representantes. En el discurso oficial, el rector Díaz de León señaló como objetivos de la institución:

Va la Universidad a formar hombres. "El grano que tú siembras son almas", decía el moralista; pero para ello precisa que desatienda lo mismo del brillo oropelesco de las vanidades que no conducen a nada, como de las risas que quieren ser punzantes de los que necesitan reír para que cobije la frase de Rabelais. Precisa arrancar el vicio que por serlo tiene profundas y dolorosas raíces; no tener la obsesión del pasado, sino la mano atenta a las pulsaciones del momento, la vista a los mirajes del mañana...

En seguida hizo una enérgica crítica a las universidades de modelo clásico y llamó a desentrañar, pues, todas las facultades, hacer surgir la fuente en la que abreven todas las ansias de conocimientos, debe ser el ideal de la educación. Abrir de par en par las puertas a toda vocación, vocación en el sentido prístino de la palabra. Vocare: llamar. Sí, llamar... debe ser una voz que llame a los hombres para que puedan descifrar su enigma...

Y concluyó dirigiéndose a los estudiantes: "Jóvenes estudiantes: vosotros sois la médula de esta obra. Sois el fin y sois el principio de ella. Sois la Universidad".

Al terminar el acto inaugural, las autoridades gubernamentales y universitarias se trasladaron al antiguo edificio de la Universidad para firmar el acta de restauración, en tanto los estudiantes festejaron el acontecimiento con serenata, desfile y un combate de flores.